Butch Haynes (Kevin Costner) es un peligroso e
inteligente asesino que se ha escapado de la cárcel en compañía de otro preso.
Durante la huida toman como rehén a Philip, un niño de seis años, miembro
de una estricta familia numerosa que vivirá su secuestro como una emocionante
aventura. Así, entre aventuras, robos y mutuas confidencias, nacerá, entre Butch y Philip, una relación que se irá haciendo cada vez más intensa, más verdadera, y
que en ocasiones parecerá a la de un padre y su hijo en un viaje
iniciático.
Es "Un mundo perfecto" una de las obras mayores de Clint Eastwood.
Porque estamos hablando de uno de los más
grandes directores estadounidenses de todos los tiempos, que fabrica películas que siempre
cuestionan -una indómita y virginal corriente subterránea magnetiza
sus imágenes-, aquello que estábamos tan seguros de saber.
Una cámara afilada, cuyas
imágenes vivas, sinceras y humanas, bucean en un mundo que, desgraciadamente no
es perfecto, sino arrebatadamente lírico y bellamente atroz: un salto al vacío
y al miedo de vivir.
Un niño, un criminal, y un destino.