domingo, 23 de marzo de 2014

Una metáfora

Esta mañana, el insigne cronista deportivo Santiago Segurola ha calificado el clásico, como una ensalada de matices. Más allá de la genética gastronómica de la metáfora, el resultado del encuentro pondrá las cosas en su sitio, como un mayordomo que conoce el lugar exacto en donde colocar la paleta del pescado.
Aquellos que se escondan entre las sombras de la indolencia, sufrirán. Aquellos que se alimenten del sentido del deber, como combustible necesario, vencerán.
O un breve espejismo o la belleza de la verdad. 
Tan simple y tan complicado. Como la vida misma.
Porque en este partido está representada la humanidad.
Desde la serenidad de un río tranquilo de Ancelloti a las turbulencias aéreas de Martino. 
Desde el ansia depredadora y canibal de Ronaldo a la elegante apisonadora de traje y corbata de Messi. 
El ascenso del príncipe Bale y las dudas existenciales de Neymar.

Por tanto, y desde luego, una ensalada de matices.
Que no se nos indigeste el mejor menú en el mejor restaurante del mundo.
¿Quién ganará esta noche? 

martes, 18 de marzo de 2014

Cazadores de lo sublime

Según el "Financial Times", entre los acontecimientos que un hombre del siglo XXI no debe dejar de ver, se encuentra asistir a un partido de fútbol en el mitológico Estadio Maracaná, de Río de Janeiro.
Por las noches de luna, cuentan los cronistas y los aficionados, en la alta madrugada carioca, un fervor de voces crepitan, sobrevuelan, el estadio. Los dioses profanos del fútbol de todos los tiempos, al fuego de las gradas, discuten el destino futbolístico de los hombres.

Del Estadio Vicente Calderón al Estadio Maracaná. Han transcurrido apenas dos semanas desde que nos enfrentamos a la magna Italia, tetracampeona del mundo. Y todavía conservamos el alma gozosa y universal. España fue España ante Italia. El gol de Pedro (1-0). La tensión, el esfuerzo, la humildad, el talento, y la confianza. Cristalizan en sentimientos y emociones imprescindiblemente compartidos. Por todos.

Así, restan, todavía, ciento diecisiete dias hasta la final del mundial. Ciento diecisiete días interrogados por la ingenuidad y la inocencia del futuro inmortal.
Hasta el mitológico Maracaná donde los dioses, todas las noches, también esperán, como si fueran humanos, el 13/07/2014.
Un equipo, cazador de lo sublime, sólamente uno, habitará las gradas del Maracaná, dialogará con los dioses por toda la eternidad. Y serán felices. Seremos felices.
Porque el fútbol es la vida.

¿Sera España, campeona del mundo, el 13 de julio de 2014?