El próximo sábado, a una hora ciertamente taurina (a las seis de la tarde), se enfrentan el Madrid y el Barcelona, por primera vez esta temporada. Uno de los mejores partidos que puedan ser vistos en todo planeta.
Sendas victorias, brillantes victorias en la Champions, nos hacen imaginar lo mejor: una promesa de magia futbolística. Duelo en la alta sierra, como en la película, duelo sobre las hojas de otoño, hierba recién cortada.
Los dos titanes, los dos mejores jugadores del mundo, de nuevo, frente a frente, bota a bota, ante las miradas atentas de todo el universo. Ganar aunque se pueda perder, pero intentarlo: siempre.
Mientras, acudamos al cine. El cine de terror, el cine de miedo, el cine que penetra en las sombras y oscuridades, como un cuchillo en la mantequilla, dulcemente.
Veamos Annabelle.
El disfrute, sufriendo. Y el espejo infinito de la pantalla en blanco de nuestros miedos que no deja de miranos, durante toda la proyección.