lunes, 9 de marzo de 2015

La vida escrita en la puerta 58



La vida escrita.
Una serie, dos guionistas, y la vida.
Las grandes series son gran cine. Un huracán de arte cinematográfico. Son verdad. Ahora, aquí, en nuestro país, entra, las noches de los lunes, en nuestros hogares, un milagro. Gravita, en sus entrañas, la metáfora del fútbol que tanto nos conmueve.
El fútbol y la vida siempre ganan.
La vida escrita, el recuerdo eterno, el cine y el fútbol, inmortales. El ministerio del tiempo, nuestro bálsamo. Poder ir al pasado, a otro lado de la puerta, de todas las puertas. ¿Quién no querría? Todos los lunes, en la 1. Una serie cuyo argumento ha sido escrito por dos hermanos (Javier y Pablo Olivares, éste recientemente, fallecido por ELA) que llevan el cine en la sangre, como la savia un roble de sombra inveterada. El cine y el fútbol. Son del Atlético de Madrid, y beben de su elixir, como viajeros sedientos, como todos los Ulises de todas las odiseas que encuentran a sus Penélopes entre las redes de una portería, tejida, y destejida, eternamente.

Sea este nuestro homenaje a dos guionistas de talento, aficionados al buen fútbol. Han sido felices, y nos ha hecho felices. Ellos, porque ganaron la liga el año pasado, mientras escribían nuestros sueños en una serie de televisión, El ministerio del tiempo; y nosotros, porque cada lunes, somos felices con las historias, el cine, y el talento. Su talento y su cine.